Hola amigas y amigos:
No se porque pero ayer solo me llegaron mensajes de mujeres
agradecidas :-))
Mientras tanto sigamos con lo nuestro:
La hormiguita que no puede cruzar un caudaloso río, le dice al elefante:
- Oye elefantito, ¿me harías favor de pasarme del otro lado?
- Claro, hormiguita.
Una vez del otro lado, la hormiguita agradece.
- Gracias elefantito.
- Gracias, no - bájate las pantaleticas
El chiste que acaban de leer es ya un clásico, e imagino que ya todos ustedes lo
conocían pero quise incluirlo por si alguno no lo recordaba :-)
Lo que ustedes posiblemente no saben es que una compañía argentina lo ha
usado para anunciar un gel lubricante. El comercial además ganó dos Leones
de Plata en Cannes 96, uno en la versión gráfica
(http://www.yr-ba.com.ar/extras/cannes_96/grafica/horminueva.html) y otro en
su versión TV (http://www.yr-ba.com.ar/portfolio/tulipan/tv/hormi1.mov)
Esta famosa hormiga cansada ya de oír el cuenta nos da ahora su versión:
(Original de Claudio Nazoa, publicado en El Nacional el 10 de Agosto de 1995)
CARTA DE UNA HORMIGUITA
Señor Claudio Nazoa
Diario El Nacional
Me sorprendió la carta que en días pasados le publicaron a un zancudo. Me
encanta que a los insectos nos den la oportunidad de expresarnos en tan
prestigioso diario.
A lo mejor, Sr. Nazoa, usted me conoce sin que sepa mi nombre; yo soy la
famosa hormiguita que se caso con el elefante. Llevo una vida de pareja
bastante operativa, como diría el Dr. Fernando Bianco, nuestro sexólogo.
Todo comenzó, como ya es harto sabido, el día en que fui a cruzar el rió.
Lo que nunca se dijo de ese cuento es que "Ele" (así le digo) y yo,
teníamos mas de un año "saliendo", pero el morbo de alguna prensa
amarillista invento la vulgaridad de que a mí me mandaron a bajar la
pantaletica.
Antes de enamorarme de "Ele", yo había tenido una relación bastante
estable con un bachaco culon, llamado Katara. El fue un bachaco bastante
bueno conmigo, no tengo quejas de su comportamiento como bachaco, pero
para mi es muy importante la sexualidad y en eso si es verdad que Katara
estaba fallo. Me había vuelto un hormiga frígida, no sentía nada con el.
Todo comenzó a fallar el día que consiguió un trabajo de obrero en un
hormiguero donde yo vivía. Lamentablemente es ese hormiguero también
había una reina ninfómana que se raspaba a todos los bachacos obreros
del hormiguero; por eso cuando Katara llegaba a la casa ya no quedaba
nada para mi. Poco a poco yo también fui perdiendo el interés por él.
Fue así como me fui a visitar al Dr. Bianco; allí en la sala de espera
de su consultorio conocí a "Ele", que estaba confrontando problemas
sexuales, ya que descubrió a su esposa montándole cacho con un burro
sabanero que tenia fama de morboso.
Ay, señor Claudio, aquello fue un flechazo desde el primer momento,
el me veía y yo le veía... aquella trompota y no pude dejar de ruborizarme.
Nos pusimos de acuerdo y fuimos al día siguiente a una cafetería,
yo me comí dos o tres granitos de azúcar y el se comió 200 kilos de maní
y seis tobos de paja.
Salimos casi todas las tardes, ya los dos nos separamos de nuestros
respectivos cónyuges y comenzamos a ir juntos a la consulta del Dr.
Fernando Bianco, a quien le pareció de lo más normal nuestra relación;
usted sabe, señor Nazoa, a los sexólogos todo les parece normal y
además lo llaman "opción sexual"
Lo mas difícil fue..., usted sabe... pero ya poco a poco con ejercicios
pélvicos que practico a diario, he mejorado nuestro "ejercicio de la
función sexual", como le dice el Dr. Bianco a follar.
Me animé a escribir esta carta para aclarar de una vez por todas el
penoso incidente de la pantaletica. Yo si me la quite, pero fue porque
quise. Ya basta de que "Ele" siga quedando como un vil sádico que violo
a una inocente hormiguita.
Señor Nazoa, espero que publique mi carta, le estoy enviando copia a
Rosita Caldera, Enrique Ochoa Antich y a José Vicente Rangel, para que
protejan mi libre opción sexual, a la cual tiene derecho cualquier
hormiguita hembra.
Gracias no, señor Nazoa, usted sabe lo que tiene que hacer.
Se despide de usted,
Hormi de Fante
(Colaboración de Cristina Pérez <Cristina.perez@caracas.bbs.ve>)
No se porque pero ayer solo me llegaron mensajes de mujeres
agradecidas :-))
Mientras tanto sigamos con lo nuestro:
La hormiguita que no puede cruzar un caudaloso río, le dice al elefante:
- Oye elefantito, ¿me harías favor de pasarme del otro lado?
- Claro, hormiguita.
Una vez del otro lado, la hormiguita agradece.
- Gracias elefantito.
- Gracias, no - bájate las pantaleticas
El chiste que acaban de leer es ya un clásico, e imagino que ya todos ustedes lo
conocían pero quise incluirlo por si alguno no lo recordaba :-)
Lo que ustedes posiblemente no saben es que una compañía argentina lo ha
usado para anunciar un gel lubricante. El comercial además ganó dos Leones
de Plata en Cannes 96, uno en la versión gráfica
(http://www.yr-ba.com.ar/extras/cannes_96/grafica/horminueva.html) y otro en
su versión TV (http://www.yr-ba.com.ar/portfolio/tulipan/tv/hormi1.mov)
Esta famosa hormiga cansada ya de oír el cuenta nos da ahora su versión:
(Original de Claudio Nazoa, publicado en El Nacional el 10 de Agosto de 1995)
CARTA DE UNA HORMIGUITA
Señor Claudio Nazoa
Diario El Nacional
Me sorprendió la carta que en días pasados le publicaron a un zancudo. Me
encanta que a los insectos nos den la oportunidad de expresarnos en tan
prestigioso diario.
A lo mejor, Sr. Nazoa, usted me conoce sin que sepa mi nombre; yo soy la
famosa hormiguita que se caso con el elefante. Llevo una vida de pareja
bastante operativa, como diría el Dr. Fernando Bianco, nuestro sexólogo.
Todo comenzó, como ya es harto sabido, el día en que fui a cruzar el rió.
Lo que nunca se dijo de ese cuento es que "Ele" (así le digo) y yo,
teníamos mas de un año "saliendo", pero el morbo de alguna prensa
amarillista invento la vulgaridad de que a mí me mandaron a bajar la
pantaletica.
Antes de enamorarme de "Ele", yo había tenido una relación bastante
estable con un bachaco culon, llamado Katara. El fue un bachaco bastante
bueno conmigo, no tengo quejas de su comportamiento como bachaco, pero
para mi es muy importante la sexualidad y en eso si es verdad que Katara
estaba fallo. Me había vuelto un hormiga frígida, no sentía nada con el.
Todo comenzó a fallar el día que consiguió un trabajo de obrero en un
hormiguero donde yo vivía. Lamentablemente es ese hormiguero también
había una reina ninfómana que se raspaba a todos los bachacos obreros
del hormiguero; por eso cuando Katara llegaba a la casa ya no quedaba
nada para mi. Poco a poco yo también fui perdiendo el interés por él.
Fue así como me fui a visitar al Dr. Bianco; allí en la sala de espera
de su consultorio conocí a "Ele", que estaba confrontando problemas
sexuales, ya que descubrió a su esposa montándole cacho con un burro
sabanero que tenia fama de morboso.
Ay, señor Claudio, aquello fue un flechazo desde el primer momento,
el me veía y yo le veía... aquella trompota y no pude dejar de ruborizarme.
Nos pusimos de acuerdo y fuimos al día siguiente a una cafetería,
yo me comí dos o tres granitos de azúcar y el se comió 200 kilos de maní
y seis tobos de paja.
Salimos casi todas las tardes, ya los dos nos separamos de nuestros
respectivos cónyuges y comenzamos a ir juntos a la consulta del Dr.
Fernando Bianco, a quien le pareció de lo más normal nuestra relación;
usted sabe, señor Nazoa, a los sexólogos todo les parece normal y
además lo llaman "opción sexual"
Lo mas difícil fue..., usted sabe... pero ya poco a poco con ejercicios
pélvicos que practico a diario, he mejorado nuestro "ejercicio de la
función sexual", como le dice el Dr. Bianco a follar.
Me animé a escribir esta carta para aclarar de una vez por todas el
penoso incidente de la pantaletica. Yo si me la quite, pero fue porque
quise. Ya basta de que "Ele" siga quedando como un vil sádico que violo
a una inocente hormiguita.
Señor Nazoa, espero que publique mi carta, le estoy enviando copia a
Rosita Caldera, Enrique Ochoa Antich y a José Vicente Rangel, para que
protejan mi libre opción sexual, a la cual tiene derecho cualquier
hormiguita hembra.
Gracias no, señor Nazoa, usted sabe lo que tiene que hacer.
Se despide de usted,
Hormi de Fante
(Colaboración de Cristina Pérez <Cristina.perez@caracas.bbs.ve>)
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